De La Palestina al país

En un taller en la localidad de Palestina, Lucrecia Accastello, de 27 años, diseña y produce una marca de indumentaria para niños, desde recién nacidos y hasta los 3 años. Honey es la marca que comercializa en todo el país.

Lucrecia es Técnico en Diseño de Indumentaria y en Producción de Moda. Además, tiene una diplomatura en Competencias Emprendedoras. Y a partir de este año forma parte del proyecto de incubadora de empresas que lleva adelante la Universidad Nacional de Villa María y AERCA.

En plena pandemia, allá por diciembre del 2020, Lucrecia decide comenzar con su emprendimiento, aplicar lo que aprendió y trabajar en lo que le apasiona. Seleccionó al público y el sector al que quería llegar. Se inició en un pequeño taller y hoy sumó a dos personas más que son quienes la ayudan en este emprendimiento.

Ella es la encargada de realizar los diseños y la moldería de cada una de las prendas que confecciona. Además es quien hace los cortes. Es muy detallista al momento de producir por lo que no deja nada librado al azar.

Nació en la localidad de La Palestina, en donde actualmente vive y lleva adelante su emprendimiento. Una ciudad con corazón de pueblo, de calles tranquilas y siestas silenciosas que son la vitamina que necesita para imaginar y crear sus diseños, los que lleva a todo el país. Actualmente trabaja con dos personas que son las encargadas de receptar los pedidos, prepararlos y coser las prendas. Estudió en Villa María, después hizo un paso por Córdoba, pero eligió su pueblo natal para trabajar y fue así que en 2019 regresó y al otro año comenzó.

A cada rincón del territorio 
Actualmente mantiene los canales de venta minorista y mayorista publicitando y ofreciendo a través de diferentes canales de comunicación y venta lo que le posibilita llegar a todo el país con sus productos. Las redes sociales son su principal aliada para ingresar a los diferentes mercados. 

Honey cuenta con una tienda online en la que se receptan las demandas y se canalizan las ventas minoristas y mayoristas. Una vez que entran los pedidos y son preparados, los despacha a través de Correo Argentino y para hacerlo tiene que trasladarse a la oficina que funciona en la localidad de Arroyo Cabral.

Trabaja con ediciones limitadas, con dos colecciones anuales, lo que Lucrecia indica “por goteo” que quiere decir que van ingresando diseños nuevos todas las semanas, una vez que se agotan no vuelve a ingresar el mismo diseño, sino que se hacen otros novedosos. Esto indica que las prendas son exclusivas y que cada uno puede tener un modelo que no se repite.

Están trabajando para duplicar y triplicar los niveles de producción y así llegar a la mayor cantidad de puntos en el país. Además de sumar y ampliar las líneas por colección y la cantidad de producción, piensan agregar a la oferta diseño, accesorios, calzados, trajes de baño. “Mi sueño es que la marca crezca para abrir el mercado y poder generar más trabajo”, indicó.