El influencer de la alimentación

Tomás Gill es Ingeniero en Alimentos, becario de Conicet, docente, influencer, columnista televisivo y radial, jurado de concursos y una personalidad reconocida en todo el país por su divulgación alimentaria en las redes sociales. Su Instagram “Curiosidad Alimentaria” tiene casi 100 mil seguidores, un número que pocos pueden alcanzar. Lo hizo a partir del contenido, nada más y nada menos. Sus recomendaciones llegaron al gran público durante la pandemia y continúo luego en la vuelta a la normalidad social.

“Allá por marzo de 2020, cuando decretaron la cuarentena obligatoria, me encontró con tiempo muerto y con una curiosidad innata. Decidí abrir una cuenta de Instagram. Recién me recibía de ingeniero. En ese momento tenía una beca de Conicet para hacer el doctorado, de hecho, me encuentro en el quinto año, pero después de cumplir con ese trabajo doméstico, ya que era home office, tenía tiempo libre y decidí difundir información sobre los conocimientos que tenía en el momento”, le cuenta Tomás a Revista Claves, en una entrevista mano a mano.

Es egresado del Funesil en el nivel medio y de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) en el nivel universitario. Su formación siempre estuvo ligada a los alimentos. Ese conocimiento le permitió volcarlo en las redes sociales y su mensaje llegó a límites impensados.

“A medida que pasa el tiempo me gusta más el tema porque voy conociendo cosas que en la carrera se muestran muy básicamente, pero que se construyen cuando nos recibimos y entramos en contactos con distintos rubros alimentarios”, subraya.

Cuenta además que en Instagram arrancó con temas curiosos, sencillos, que demandaban una explicación simple. “Los alimentos están a lo largo del día de la vida de las personas. Entonces empezó de esa forma. Con una foto, en formato texto. Después incorporé algunos videítos. Pero todavía no aparecía mi imagen. Pero sí relataba con audio lo que pasaba en procesos industriales de algún alimento. Luego sí decidí poner la cara, que fue en marzo de 2023. Y ahora a todo le pongo la cara (se ríe). Preparo lo que hablo, o me sugieren temas los seguidores. Así voy armando el contenido”, relata.

Tomás remarca también que la cuenta de Instagram le permitió conocer a muchas personas en distintos eventos y charlar con profesionales de distintas áreas.

Por ejemplo, en el Mundial del Alfajor en Buenos Aires. Fue jurado en los últimos dos años. También lo invitaron para participar de la Fiesta Nacional del Alfajor en La Falda.

Ante la consulta sobre cómo le llegó esta posibilidad, Tomás respondió: “Con dos cuentas que catan alfajores de distintos emprendedores del país, que divulgan las características del producto, los contacté para organizar vivos en Instagram con la idea de entrevistar a esos emprendedores. Leyendo me di cuenta que en la pandemia surgieron muchos emprendimientos relacionados al alfajor, de hecho, muchas personas se quedaron sin trabajo y el alfajor fue uno de esos productos para generar ingresos. Detrás de esos alfajores había una gran historia por contar”.

“Así fue que hicimos entre 10 y 15 vivos con distintos productores del país, y eso me permitió llegar al Mundial del Alfajor en 2023 y ahora en 2024. También en otros eventos como la Fiesta del Alfajor en La Falda, del Dulce de Leche en Cañuelas y Todo Láctea en San Francisco”, agrega.

De 8 a 16 horas trabaja como investigador en la UNVM y da clases en la carrera de Ingeniería en Alimentos y en la Tecnicatura en Bromatología, “esa es mi actividad a nivel de ingresos”, aclara. Pero su teléfono no para de sonar. Lo llaman medios de todo el país para hablar de alimentos. Su Instagram no para de crecer. Tomás se transformó en un referente en la materia. Su actividad no tiene techo. Y bien ganado lo tiene.