La mirada empresarial

Competitividad, una palabra que venimos escuchando mucho este último tiempo, a pesar que fue en 1980 cuando Michael Porter impuso el concepto de ventaja competitiva al hacer referencia a aquel atributo único y sostenible en el tiempo, que le otorga a una empresa una posición favorable y difícil de conseguir por parte de sus competidores.

Este concepto es parte del fundamento de la ley de bases y las reformas que tiene como propuesta el actual gobierno. Un concepto que se presenta como el factor disruptivo clave en una economía mundial, aunque en Argentina pareciera que es una novedad a nivel popular. Probablemente tiene que ver con que, por décadas, los niveles crecientes de la variable inflacionaria y el proteccionismo de determinados sectores, permitía ocultar ciertas ineficiencias. Y es justamente cuando se vuelve a proponer una apertura comercial y liberalismo económico, que la matriz productiva actual comienza a recalcular.

Es importante destacar que el concepto competitividad tiene que ver, no solo con cuestiones microeconómicas vinculadas a las estrategias empresariales y el nivel de asociativismo empresarial, sino que para que estas se puedan desarrollar correctamente es imprescindible que a nivel macroeconómico exista seguridad monetaria y fiscal, eficiencia en las entidades públicas, y políticas que tengan que ver con el desarrollo social de un país. De nada sirve tener un sector privado competitivo, si tenemos una sociedad que no puede cubrir necesidades básicas.

Hoy en día nos vemos forzados a pensar en la competencia más allá de las fronteras. Y esto es válido en todos los sectores productivos (comercio, industria y servicios) y no distingue tamaño de empresa. Un gran responsable de esto es la tecnología, que a medida que es adoptada, tiene como efecto borrar las barreras del mercado, lo que nos deja especialmente expuestos cuando no estamos preparados para implementar estrategias que nos permitan expandir nuestros mercados. Adicionalmente, el fenómeno no necesariamente implica que esta competencia va a provenir de otros países, sino que termina afectando los actuales modelos de negocios que conocemos hasta ahora, llegando hasta en determinados casos, a generar que nuestros proveedores se terminan convirtiendo en nuestra principal competencia.

Desde AERCA ya hace varios años que venimos apostando en trabajar para mejorar la competitividad de nuestros socios, pero creemos que en estos tiempos es cuando debemos profundizar el compromiso y trabajar codo a codo para fortalecer el entramado productivo. El asociativismo es nuestra razón de ser y los programas que pensamos para cada sector son resultado de la escucha continua con el sector empresario que está comprometido a seguir apostando en este país. Te invitamos a que seas parte de nuestra construcción social del sector productivo.

 

Lic Carolina Benito

Presidente de AERCA