ReviD: orujo de uva con valor agregado

La industria del vino encontró en Mendoza el epicentro ideal para su desarrollo; y es allí precisamente donde cuatro diseñadores crearon ReviD, el emprendimiento que busca crear biomateriales a partir del orujo, es decir el residuo orgánico que se extrae tras el prensado de la uva. Innovación y sustentabilidad, para resignificar un material que le aporta valor agregado al circuito productivo regional.

ReviD nace con la iniciativa de revalorizar el residuo de la industria vitivinícola, creando una solución sustentable; y así redoblar los esfuerzos en el cuidado del medio ambiente. “A mediados del año pasado comenzamos este proyecto de investigación para crear biomateriales con el orujo”, explicó la diseñadora y cofundadora del emprendimiento, Analía Funes.

Junto a los diseñadores industriales, Gabriela Negri y Juan Pablo Gianello; y el diseñador de indumentaria Nino Lucero, comenzaron a obtener resultados satisfactorios en la creación de estos materiales, enfocados en darle una adecuada gestión al residuo de la industria vitivinícola.

El orujo de la uva es el residuo que queda luego del prensado de la fruta, para la realización del vino. Una vez que se extrae el jugo queda la semilla, hollejo y escobajo que conforman este subproducto, el cual es reutilizado en su totalidad.

Los productos que elabora ReviD se encuentran en la etapa de testeos y consiste en un biotextil a base de orujo. “Se llaman así porque es muy similar al cuero y se puede utilizar en marroquinería, calzado o indumentaria”, indicó Funes. Además en su composición se emplea una malla textil de algodón y son “100 por ciento biodegradables”.

En la misma línea el proyecto lleva adelante otra línea de investigación que según la diseñadora “se encuentra en una instancia de prototipado”, y consiste en biomateriales rígidos y flexibles que “podrían sustituir al cartón y el plástico”. De esta manera, los emprendedores buscan reemplazar los productos a base de estos materiales ordinarios por los biomateriales. “Nuestro objetivo es resignificar el propio residuo y devolverlo a la industria en forma de productos innovadores que sean funcionales y especialmente sustentables”, destacó Funes.

Crear un producto original, funcional y sustentable requiere de un arduo trabajo para su aceptación y preferencia en el mercado. Con estos parámetros, el diferencial de este biotextil se encuentra en su composición. “La mayoría de los biomateriales que se desarrollan en la actualidad tienen productos sintéticos para lograr mayor durabilidad o resistencia”, explicó Funes; en cambio el material que pretende ofrecer ReviD es “100 por ciento biodegradable, orgánico y compostable, sin el agregado de ningún material que dañe el medio ambiente”.

Actualmente el proceso de elaboración de este biomaterial es de tipo artesanal, ya que se encuentra en la etapa de testeos; a los fines de establecer la fórmula de producción que permita escalar a un circuito productivo mayor que tenga un impacto ambiental significativo.

A tal efecto los creadores de ReviD mantiene un vínculo permanente con el INTI, ya que es la institución que puede validar los resultados mediante pruebas de laboratorio, debido a que es un material nuevo y requiere de la certificación correspondiente que asegure su composición y comportamiento, para ser lanzado al mercado.

“Sabemos que generar un verdadero impacto requiere llevar a otro nivel el proyecto, porque el trabajo artesanal tiene un impacto mínimo, pero con estas pruebas vamos a redefinir el procesamiento para trabajar con mayor volumen de residuo y producir un impacto ecológico real”, concluyó Funes.

Con una iniciativa marcada por el compromiso con el medio ambiente, ReviD busca posicionarse en la industria del vino regional, recuperando el orujo y agregándole valor, para transformarlo en un biomaterial distinguido por su innovación en materia de sustentabilidad.