Un Nacimiento, un Árbol

En distintas ciudades de nuestro país, se busca homenajear a los nacimientos con la plantación de un árbol. Pretenden, entre otras cosas, generar mayor y mejor conciencia ambiental entre los pobladores, pues es una idea original y sustentable, para continuar en la lucha contra el cambio climático. 

En la ciudad de Bariloche, allá por el año 2016, desde el Concejo Deliberante se pretendía hacer un homenaje con la plantación de un árbol cada vez que nacía un nuevo habitante en la localidad, y a la vez, generar conciencia ecológica entre los habitantes. 

El Concejo Deliberante de San Carlos de Bariloche aprobó, por unanimidad, que se plante una especie autóctona por cada niño registrado en la ciudad. Además, la normativa plantea la posibilidad de que las familias puedan solicitar alguna especia autóctona para plantar. Por tanto, el Municipio de Bariloche tiene la obligación de plantar anualmente, la misma cantidad de árboles que niños hayan nacidos. También, según la norma, se aportará a los barrios que más necesiten forestar aquellos ejemplares que no sean retirados por las familias para mejorar el ambiente de distintos sectores. 

La creación de este programa de forestación barrial, donde las familias tendrán acceso a una especie autóctona o frutal solo con la presentación de la partida de nacimiento del nuevo integrante, es un llamado a la concientización ambiental, por medio de una política pública que busca genera mayor conciencia ecológica. 

En Salliqueló, una pequeña localidad en el oeste de la provincia de Buenos Aires, desde hace años que se implementa una iniciativa bajo el título “Nace un Niño, nace un Árbol”, es una reforestación en la que ya llevan más de 4 mil árboles plantados. Una vez al año, después de la primavera, todas las familias de la ciudad que han tenido hijos, reciben un árbol y una plaqueta con el nombre del niño, que quedará a un costado. Entonces, solo una vez al año, festejan los nacimientos plantando árboles. 

Algo similar se realizó en la Ciudad de Buenos Aires, donde pretenden plantar más de 100 mil árboles al año, donde se combina el bienestar del niño con el cuidado del ambiente, pues es una buena manera de concientizar sobre los daños ocasionados al ambiente y el cuidado de la naturaleza como primordial. 

Por último, en Lomas de Zamora, desde el año 2023, se adoptó el programa que apunta a mejorar y proyectar la forestación de distintas especies nativas para hermosear y cuidar el ambiente en los diferentes espacios verdes. 

Pienso y me pregunto, en la ciudad de Villa María se podría hacer un programa o una campaña que obligue no solo al Municipio, a través de la Subsecretaria de Ambiente, sino también para que los mismos vecinos se incluyan en el cuidado del ambiente por medio de la forestación de zonas que carecen de árboles.

Cabe mencionar que la forestación ayuda a mejorar la calidad de vida de los vecinos, pues plantar árboles trae beneficios importantes para todos, y algunos de los beneficios más relevantes, según el portal TreePeople, son los siguientes:
1.    Combaten el Cambio Climático;
2.    Limpian el aire;
3.    Proporcionan oxígeno;
4.    Refrescan las calles y la ciudad;
5.    Conservan energía;
6.    Ahorran agua;
7.    Ayudan a prevenir la contaminación del agua; 
8.    Ayudan a prevenir la erosión del terreno;
9.    Protegen a los niños de los rayos ultravioletas;
10.    Proporcionan alimento;
11.    Proporcionan sus copas y un hábitat para la vida silvestre; y
12.    Aumentan el valor de la propiedad;

Sin dudas, una acción de esta naturaleza beneficiara a los vecinos y a la sociedad toda, por lo que se torna indispensables para la salud del ambiente y de las personas que la habitan, porque el árbol en sí mismo brinda diferentes beneficios que pueden ser aprovechados de forma simple. Una idea que nuestra ciudad debería imitar.

Lic. Nicolás Pepicelli
Lic. En Economía y Ambiente