En el penúltimo reporte de la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom), que marcó caídas de ventas minoristas del 12,7% durante septiembre, el presidente de la entidad formuló un comentario que llamó la atención pero que refleja el sentir de muchos ciudadanos en este tiempo.
Fausto Brandolín afirmó en ese comunicado: “La expectativa positiva sobre el rumbo y las reformas propuestas por el Gobierno nacional se mantienen sin variación. Creemos que el piso claramente se produjo entre los meses de marzo, abril y mayo, si bien no se nota una mejora importante y generalizada en el comportamiento de las ventas, mejora mes a mes”.
Es una versión aggiornada del “estamos mal pero vamos bien”. No hay números de la economía real que muestren signos positivos interanuales más allá de algunos sectores puntuales como minería, petróleo o agro. Los demás exhiben valores en rojo. Ni que hablar el sector comercial minorista, que los porcentajes van precedidos siempre con el menos adelante.
Entonces, ¿“estamos mal pero vamos bien”?, como dijo el expresidente Carlos Menem; o ¿las expectativas y deseos de mejoras le ganan a la realidad? Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, aunque hay datos que abonan esta teoría de recuperación económica luego de un 2024 muy difícil para la mayoría de los argentinos. Hay incipientes signos positivos de un mes a otro, como el caso del empleo o el salario, pero lejos de plantearse como un rebote para celebrar con bombos y platillos.
El vocero presidencial Manual Adorni dijo en varias ocasiones que “este va ser un año de retracción económica” y recordó que “el Gobierno nunca mintió” en el análisis y en la propuesta. El cambio de modelo económico, con déficit cero y baja de inflación, no es negociable para el Gobierno de Javier Milei más allá de que impacte en el nivel de actividad.
Luego de un 2024 de reordenamientos y ajustes muy duros, las previsiones económicas para el año próximo son positivas. Lo dice el mercado y también los analistas económicos. Se prevé un crecimiento de entre 3 y 5%. Nadie prevé otro año de retracción. Además, en un año electoral, donde el Gobierno nacional se juega en las urnas la ratificación del modelo iniciado en diciembre pasado, el crecimiento de la actividad, los salarios y la continuidad en la baja de la inflación son objetivos imprescindibles si no quiere sufrir sorpresas que lo deje contra las cuerdas.
Las encuestas, por ahora y pese al ajuste, muestran aceptables niveles de adhesión, empero septiembre marcó un quiebre y la imagen negativa de Milei y de su gobierno superó por primera vez la positiva (sobre todo con los vetos a la ley de recomposición de las jubilaciones y del financiamiento universitario).
Los dos últimos meses del año son complicados para cualquier gobierno y más en un contexto de crisis. El nuevo presidente deberá sortear un periodo complejo en lo político y social, al mismo tiempo que deberá renovar las expectativas de mejoras en el corto-mediano plazo.
Gran parte de la sociedad acompañó el ajuste con la promesa de un porvenir mejor. Esa expectativa tiene un límite temporal. Si la anunciada recuperación económica sucede, Milei enfrentará las elecciones de medio término con expectativas de triunfo. Si no sucede, o alcanza solamente a unos pocos, la oposición (¿con Cristina de candidata?) se revitalizará y dará un golpe electoral que podría cambiar los planes del oficialismo. El partido ya empezó.
Anexo
Hasta lo leído hasta aquí fue publicado en la edición 119 de Revista Claves. Sin embargo, han sucedido dos hechos importantes de mencionar en la continuidad informativa. Por un lado, el repunte de ventas comerciales en octubre (2,9%), lo que mejora las expectativas de recuperación para los próximos meses. Tal vez antes de lo esperado. Y, por otro lado, la victoria de Donald Trump, amigo de Milei, en la primera potencia mundial, es decir, Estados Unidos.
Hay afinidad personal e ideológica, dos aspectos importantes en la profundización de las relaciones políticas y económicas que busca el gobierno argentino con su par norteamericano. Veremos si sucede en la práctica. Por lo pronto, el gobierno de Milei celebró la victoria y el Presidente se prepara para viajar la próxima semana a Estados Unidos para encontrarse con Trump.
Señales positivas para un gobierno que renueva las expectativas con hechos de la realidad local e internacional. ¿Y la oposición? Cristina fue confirmada al frente del PJ Nacional. Es la otra noticia política de las últimas horas. Y es probable que inicie el camino de primera candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires.
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