Los tiempos cambian y también lo que entendemos por liderazgo, en la actualidad ejercer como un jefe y ejercer el liderazgo se ha convertido en dos conceptos diferentes. Tradicionalmente se considera líder a la persona que influye en el comportamiento de los demás. En la actualidad la figura del líder va camino a una idea evolutiva del liderazgo que se une de manera inseparable al cambio y la transformación.
Con mercados globalizados, multiculturales y flexibles no es posible ser competitivo concibiendo al ser humano como una persona que recibe órdenes y obedece ya que se corre el riesgo de limitar la creatividad y la iniciativa. Hoy en día las organizaciones deben orientarse hacia la participación, autogestión y trabajo en equipo para que los líderes puedan generar una red de conversaciones que conecten el lenguaje y las emociones de las personas.
Para las PYMES seguir respondiendo a nuevos retos con estructuras viejas de liderazgo sitúa a las organizaciones y a sus líderes en una contrariedad que se hace manifiesta en la diaria.
En Argentina las PYMES tienen un rol significativo para la economía, pero se encuentran en desventaja con respecto a las grandes empresas, debido a la escasa participación y falta de competitividad en el mercado. Tienen personal con alto potencial, pero no cuentan con las herramientas necesarias para desarrollar el talento humano. Los dueños poseen resistencia al cambio y a delegar. Una mala gestión de los líderes puede tener un impacto negativo en el equipo de trabajo produciendo daños en la compañía, afectando la capacidad de retener a empleados, la motivación, la moral y desempeño del personal. Una persona que cuenta con un ambiente laboral propicio para el desarrollo de la motivación sentirá satisfacción en su trabajo sin sentir presiones.
Generalmente, el clima laboral y la cultura organizacional suelen quedar de lado porque sus directivos están más preocupados por el día a día. Muchas empresas no pueden asumir la responsabilidad de desarrollar a sus líderes, ya sea por ignorancia, falta de información o por falta de presupuesto. Al carecer de una gestión adecuada del talento humano, no se logran los objetivos propuestos, el clima se enrarece y se genera frustración en las personas.
En mi experiencia, los síntomas mencionados son frecuentes y similares, a pesar de que ocurren en empresas diferentes. La mala gestión de los altos mandos afecta en la moral de los empleados, sabiendo que la moral es la base para la motivación y clave para la productividad.
¿Qué tienen de diferente el líder de una PyME y el líder de una gran empresa? la gran diferencia es que, es el mismo dueño quien encabeza todos los cambios y asume todas las responsabilidades y delegar será el primer reto al que deberá enfrentarse, para eso será necesario generar una red de contención en sus mandos medios.
¿Cómo salir de este embrollo?
La comunicación es la base para todo. Comunicar día a día la visión a su gente, eso disminuye la incertidumbre tanto de los nuevos colaboradores como también alinea a quienes lo vienen acompañando desde hace un tiempo.
Escuchar a las personas. Aprender que escuchar no solamente es quedarse callado mientras otros hablan. Es comprender lo que otros dicen, ponerse en sus zapatos, evaluar el valor y responder en consecuencia.
Tener una actitud entusiasta. El liderazgo empresarial en las PyMEs debe estar encabezado por una persona que consiga que todo el equipo le siga y reme en la misma dirección. Que dé un ejemplo de cooperación, confianza y positividad en lugar de culpar y apuñalar por la espalda.
Ser honesto. Un gran líder debe ser honesto con su gente y cumplir sus promesas, estamos seguros que si el equipo detecta esta honestidad, comprenderá que está delante de una gran persona.
Los nuevos líderes deberán reflexionar (mandar y controlar no genera autonomía responsable en las personas) y adaptarse a nuevas maneras de hacer management generando confianza y sentido de pertenencia para que los colaboradores puedan volcar su talento en la empresa.
En Argentina, las empresas familiares aportan el 70% de los ingresos de las empresas grandes. El desafío de ellas es la continuidad en manos de las futuras generaciones. El 57,2% se encuentra en primera g...
Quienes nos dedicamos a reclutar talentos y gestionar equipos de personas, debemos incorporar todo el tiempo herramientas que acompañen y promuevan el bienestar de los empleados en las empresas.En nuestro...
En Estados Unidos, en el año 2021, cerca de 47 millones de personas renunciaron a sus empleos.¿Qué es la Gran renuncia? Es el movimiento que describe un fenómeno sin precedentes, una ola masiva de renu...
“La cultura de una organización está determinada por los peores comportamientos que los lideres están dispuestos a tolerar”. Esta frase le pertenece a dos pedagogos estadounidenses que analizan la c...